La Secretaría de Administración y Finanzas documentó que para diciembre del 2017 se tendría hasta 4 mil 959 millones de pesos de deuda a corto plazo, que son parte de la herencia de Mario López Valdez, mejor conocido como Malova, a la actual administración. Los créditos que solicitó Quirino Ordaz Coppel son llamados Quirografarios o Revolventes, y han sido utilizados para hacer pagos inmediatos en sustitución de fondos que no se han recibido o completado, principalmente de orden federal.
Estas prácticas han sido condenadas por la Auditoría Superior del Estado, que en distintos informes de cuentas públicas señaló a la administración de López Valdez como incorrectas, calificándolo al cierre de 2013 como un “foco de alerta”, y bajo la instrucción de no malgastar el dinero público ni contraer más créditos. Las operaciones se se habrían realizado entre el 2 de mayo y el 5 de julio con tres entidades bancarias diferentes: HSBC, Banamex y Banorte,
Por Marcos Vizcarra
Culiacán/Ciudad de México, 6 de agosto (Noroeste/SinEmbargo).- El Gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, aprendió bien de su antecesor, Mario López Valdez. En tres meses firmó cuatro contratos para adquirir hasta mil 700 millones de deuda a corto plazo.
Las operaciones se hicieron entre el 2 de mayo y el 5 de julio con tres entidades bancarias diferentes: HSBC, Banamex y Banorte, siendo esta última la que más le ha prestado con una tasa de interés variable TIIE a 28 días y una sobretasa de interés de .40 por ciento en un plazo de pago a 12 meses.
Esos contratos se hicieron sin solicitar permiso al Congreso local, y argumentando apartados legales en la Ley de Hacienda Pública.
Además, se realizaron pese a que el propio Ordaz Coppel estableció en su primer informe de labores que no repetiría esa práctica, debido a que afectaban las finanzas públicas.
“También desde el principio hemos mantenido absoluta disciplina en el gasto al no aumentar la deuda operativa ni contratar deuda a corto o largo plazo con bancos, así como –y aunque ello signifique reducción de nuestra capacidad de ejercicio en el propósito de atender la problemática de Sinaloa– hemos eliminado un importante monto de la deuda heredada”, mencionó.
Cuando señaló eso, también la Secretaría de Administración y Finanzas documentó que para diciembre del 2017 se tendría hasta 4 mil 959 millones de pesos de deuda a corto plazo, que son parte de la herencia de López Valdez a la actual administración.
AUDITORIA SUPERIOR ADVIRTIÓ PRÁCTICAS
Los créditos que solicitó Quirino Ordaz Coppel son llamados Quirografarios o Revolventes, y han sido utilizados para hacer pagos inmediatos en sustitución de fondos que no se han recibido o completado, principalmente de orden federal.
Sin embargo, esa práctica ya ha sido condenada antes por la Auditoría Superior del Estado, que en distinto informes de cuentas públicas señaló a la administración de Mario López Valdez como incorrectas, calificándolo al cierre de 2013 como un “foco de alerta”, bajo la instrucción de no malgastar el dinero público y no contraer más créditos.
La administración malovista dejó un pasivo de 4 mil 438 millones 074 mil 317.16 de pesos, pero a causa de los intereses se calculó por la Secretaría de Administración y Finanzas que ascendió a 4 mil 959 millones de pesos.
Ahora, Ordaz Coppel acudió a pedir prestado, incrementando nuevamente la deuda del Estado.
Los prestamos: el 2 de mayo hubo una solicitud de préstamo revolvente por 600 millones de pesos a los bancos HSBC y Banamex; el 5 de junio, un solicitud de préstamo revolvente por 100 millones de pesos al banco Banorte; el 15 de junio, un a solicitud de préstamo revolvente por 500 millones de pesos al banco Banorte; y el 5 de julio, una solicitud de préstamo revolvente por 500 millones de pesos al banco Banorte
DEUDA MEDICAMENTOS
El pasado 14 de mayo se dio a conocer que el Gobierno del estado de Sinaloa tiene un requerimiento judicial: debe pagar a la empresa Dimesa, distribuidora internacional de medicamentos, 600 millones de pesos. Sin embargo, esa no es la prioridad, sino remodelar y construir estadios concesionados.
De acuerdo con Alfredo Román Messina, Secretario de Salud, la deuda de la Secretaría de Salud por los pasivos sin pago asciende a mil 600 millones de pesos, pero 600 millones son con una sola empresa que surte medicamentos al Estado.
Pero esa no es la prioridad de Gobierno del Estado, sino la remodelación y construcción de estadios de futbol y beisbol en Los Mochis, Culiacán y Mazatlán, pues sólo en un año se ha hecho un gasto por 957 millones 673 mil 892 pesos. Ese gasto equivale a casi dos terceras partes de la deuda de Salud.
